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domingo, 22 de enero de 2012

21 de enero de 2012 23:27
EN PLENO DEBATE EN DIPUTADOS POR LA DESPRSCRIPCIÓN Y TAMBIÉN EN PLENA LUCHA DE CLASES
Carlos Tutzó, diputado por la 1001, miembro de la dirección del PCU y ex preso político, realizó una emotiva intervención. Durante la misma expresó la posición contraria a la impunidad y además respondió a los ataques de la derecha contra la izquierda y contra el PCU.

Tutzó indicó que el PCU «nunca había sido mezquino y que siempre reconoció el aporte y el compromiso democrático de personalidades blancas y coloradas».

Manifestó su respeto al Partido Nacional por los asesinatos de Celia Fontaina de Heber y de Héctor Gutiérrez Ruiz.

Sobre este último indicó «entre otras cosas salvó la vida de 800 militantes de la UJC, uno de ellos era yo, cuando el Escuadrón de la Muerte asaltó el local donde estábamos reunidos y se hizo presente junto a Arismendi y Jaime Pérez».

Extendió el reconocimiento a «Wilson Ferreira Aldunate y su trabajo en el exilio contra la dictadura y su participación en Convergencia Democrática».

No obstante ello aclaró «pero también tenemos que decir que hubo responsabilidades políticas. ¿Quién se hace cargo de la vigilancia de inteligencia policial desde 1947 al ingeniero José Luis Massera, datos que después pasaban a la embajada de EEUU?».

«En esa época no hubo gobiernos del FA, entre 1947 y 1985 no hubo gobiernos del FA, los gobiernos fueron de otros y el golpe de Estado tampoco lo dio el FA, lo dieron otros. Nosotros preguntamos: ¿Nada tienen que ver los gobiernos anteriores a la dictadura con la dictadura? Luego que se votó la Ley de Seguridad Interna, que no la votó el FA, asesinaron a los ocho camaradas de la Seccional 20°. El senador Wilson Ferreira Aldunate dijo: No creo que la historia del país registe tragedia mayor. ¿Quién se va a hacer cargo de esto? ¿Esos legisladores defendían la democracia o le fueron dando, como ocurre tradicionalmente para que suba el fascismo en cualquier lado, pasos uno tras otro para llegar? Ese señor Juan María Bordaberry, al que le decían «El Rabanito» porque era colorado por fuera y blanco por dentro, por su procedencia, dio el golpe de Estado. No fue un golpe de Estado militar.

Fue un golpe de Estado de la oligarquía de este país que junto con EEUU puso a su servicio a esas FFAA que había mandado a educar a la Escuela de las Américas».

«Si no le quieren decir complicidad, no se lo digan, busquen la palabra que quiere decir y reflejar esto. O digan que es mentira, pero pruébenlo», desafió Tutzó.

«Acá escuchamos hablar del Pacto del Club Naval, yo desafío a que traigan una prueba de lo que dicen, una sola prueba. También quiero recordar que hubo un Pacto de Anchorena, en julio de 1985, donde por cinco veces, integrantes del Partido Nacional y del Partido Colorado, junto con Medina y seis generales, se reunieron. La primera reunión fue en Anchorena, luego fueron por varias casas, la última la del doctor Marchesano, donde armaron este adefesio de porquería que ha jodido al país durante estos 24 años que es la Ley de Impunidad», agregó.

«¿Esto es insulto? ¿Esto es grosería? ¿Esto es mal tono? No. Estos son hechos y el que tenga hechos que ponga hechos», dijo Tutzó.

Posteriormente añadió, «si a esto agregamos los colaboracionistas con la dictadura, tenemos una lista inmensa y no escuchamos que se haya expulsado a la inmensa mayoría de ellos, ni del Partido Colorado, ni del Partido Nacional.

Los mismos partidos que ahora nos denostan a nosotros como antidemocráticos. Porque ahora cambiamos los ejes de la discusión: las víctimas somos victimarios y los que defendemos la constitución somos anticonstitucionalistas.

¿A los violadores de DDHH y a los alcahuetes de la dictadura los expulsaron del Partido Colorado y del Partido Nacional o aprovecharon después para juntar algún votito a ver si podían ganar?

El listado es muy grande hay que mirar al Consejo de Estado, las Juntas Vecinales, los intendentes interventores, los interventores de la Universidad».

Para Tutzó hay que «reconstruir la verdadera historia de este país, porque se nos mintió toda esta época. La vida demostró que teníamos razón nosotros y no los que nos dijeron desde el fascismo y desde quienes defendieron la Ley que en este país no había niños desaparecidos, no había tortura y no había muertos».

«¿De qué lado vamos a estar nosotros? Del lado de la verdad, de la memoria, de la justicia. Vamos a votar esta ley, porque acá suavemente sentimos sonar la música que tocaba Alvaro Balbi; escuchamos las voces de Lille Carusso y de sus cuatro hijos reclamando y llamando a su padre; se siente el ruido de la cuchara de Gelos Bonilla construyendo una casa; escuchamos el rasgar de un lápiz sobre la hoja mientras Nibya Sabalsagaray escribe un poema y se siente la voz de Elena Quinteros, educando a los niños en la escuela y la voz de la Tota exigiendo justicia en este país.

Escuchamos la vigorosa oratoria de Zelmar Michelini emocionándonos y escuchamos las lágrimas de madres, hijos y familiares buscando a su gente. Sentimos la transpiración y el terror de miles de militantes clandestinos llevando a la práctica las cosas que derrotaron a la dictadura.

Queremos rendir un homenaje a los comunistas en dos nombres: el primer asesinado de la dictadura, Ramón Peré, el 6 de julio de 1973 y el último asesinado de la dictadura, Wladimir Roslik, en 1984", finalizó.

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