Radio Contacto sur

miércoles, 16 de enero de 2013

Las baba y la dignidad

La baba y la dignidad - Soledad Bauzá

de Monica Moore, el miércoles, 16 de enero de 2013 a la(s) 16:59 ·
Sr director periodístico de Semanario Búsqueda Danilo ArbillaSr editor Claudio PaolilloSra jefa de redacción Mónica BotteroSr redactor responsable Atanasio Aguirre.Sres integrantes de la redacción y de secciones varias a quienes aprecio y con quienes compartí mi camino artístico y periodístico.De mi mayor consideración.La noche del jueves 10 de enero el editor de cultura de vuestra publicación llamó a mi celular, identificándose como “Pablo Cohen de Búsqueda”, para “invitarme a tomar algo”, y condicionó “la posibilidad hacerme una nota” a propósito del disco "Jazz Oriental" que acabo de editar, y uno de cuyos ejemplares dejé hace unos días en la redacción a su nombre, a que saliera a “tomar una copa” con él.Durante la conversación que mantuvo conmigo afirmó: “acá. las notas que salen las decido yo”, precedido de un “¿vos necesitás difusión”? y rematado por un "¿estás libre esta noche?”.Cualquier mujer conoce y reconoce las avanzadas, las insinuaciones e incomodidades adjuntas a que un hombre consciente de su poder lo ejerza en forma abusiva, expresando sus expectativas lascivas, tironeando los límites de la ambigüedad que despliega, forzando a una amabilidad o protocolo que una pueda tener soportándole, de la nada, sin ser amigos ni profesar relación alguna, la pretensión de ir a tomar algo. Les llamamos "babosos".Es difícil, es contundente, es familiar para todas las mujeres de la historia (con esto quier decir que es habitual). A veces sorprende. En general, se lo calla.Ante todo, es misógino y grosero de parte de alguien que ejerce un poder poner en esa situación a una mujer, hacer insinuaciones tan desagradables a una artista honesta e independiente que necesita a los medios de comunicación para expresar su creación, en esta caso un disco, pero no está dispuesta a hacer en ningún bar o café (o donde fuera que pretendía ir conmigo el sr Cohen), ni media hora el teatro de la mujer que finje seducción o "gatea" (como se dice en las redes sociales y en algunos medios de comunicación rioplatenses), o lo que sea a cambio de acciones o favores o réditos de cualquier tipo.Por último, quiero destacar que no soy la primer artista, por cierto, a quien este sujeto ejerce avances fuera de lugar adjuntos a la “eventual crítica o mención” en la sección que dirige.Hace un mes le hizo algo muy parecido a la cantautora y pianista Josefina Martino, que acaba de editar el disco “Tiempos libres”.En palabras de la propia Josefina: “Pablo Cohen me atomizó a llamadas al punto que tuve que bloquear su número, yo de ingenua se lo di pensando me quería hacer una nota, es una basura”, ese fue el mensaje que me envió la aludida.Pueden consultarla si gustan. Ella lo confirmará.En el medio de tan shockeante planteo, el editor replicó un petulante y desubicado “al Conrad voy cuando quiero”..en respuesta a mi comentario casual de que yo vengo haciendo temporada de shows en dicho hotel hace más de 10 años, paralelamente a los teatros y festivales de jazz en los que participo.Fue diría como si le importara un salamín con quién se encontraba hablando y qué sello había editado mi cedé, o los teatros y festivales de jazz en los que participo.Por último, cuando respondí a su pregunta “¿cuándo tocás?” que mi próxima fecha era en Uruguay a Toda Costa pero que eso no necesitaba difusión, porque la infraestructura del MEC ya convoca, con entrada libre, etc, y que más bien son otro tipo de espectáculos y el disco lo que a mí me interesaba difundir, y que si quería charlábamos de eso, pareció irritarse.Eso lo decidimos nosotros, cuándo sale y qué” dijo cortante.A ese punto el diálogo era tan tenso como la cuerda que amarra a un transatlántico.El editor parecía muy contrariado y hasta ofendido al darse cuenta que definitivamente, no íbamos a ir a "tomar" nada.Me despedí con corrección no sin antes expresarle que ese disco había sido el resultado de 12 años de trabajo, que estaba recorriendo la ciudad a pie para distribuirlo y que ojalá tuviera oportunidad de escucharlo.La pasé muy mal durante esa conversación, y los días subsiguientes.El sr Pablo Cohen me colocó en una posición humillante como mujer y artista en la que yo (¿por el bien de mi banda, por mi ambición, desesperación, qué pensará?) debía haberme hecho la tonta o jugado un rol de “conejita distraída” o chango rioplatense farandulero yendo a un bar y generando una instancia que moviliza ciertas expectativas y alusiones implícitas que parecen tácitas para las cuales no se hubo pie, contexto o precedente alguno.El sr Pablo Cohen destrata a mi género y deshonra al género periodístico manoseando mis expectativas de cobertura o difusión de los proyectos que hago, como en este caso, editar un disco, un momento crucial para un artista en que los medios poderosos y líderes de opinión deberían cuidarnos, no hostilizarnos ni aprovecharse.Un momento en el que deberían preservar un respeto y reconocimiento a quienes somos la materia prima bajo la cual reflejan, consignan y critican (para bien o para mal) la creación.No pueden pasar estas cosas, estos abusos.Ojalá nadie viva un momento así, ninguna chica, ninguna mujer ni ningún chico u hombre (porque deben haber editores de cultura homosexuales que acosen varones seguramente imagino), ojalá que nadie viva un momento tan trágico.Porque es un maltrato y una puerta que se cierra de manera injusta y abusiva; las puertas de una sección cultural que nos importa, y la consideración de un público hacia nuestra expresión artística.El sr Pablo Cohen deshonra en lo personal a dos artistas dignas y meritorias con años de carrera como somos la sra Josefina Martino y yo.En lo colectivo, deshonra a las mujeres uruguayas sean creadoras o público.Y por último, deshonra al semanario Búsqueda, que viene cuidando hasta donde sé la independencia de criterio y del apostolado editorial que la condujo a ser referente en el periodismo cultural nacional.Las expectativas chauvinistas del sr Cohen de “ir a tomar algo juntos y conocernos más”, no se relacionan para nada con mi disco, el disco que dice no haber escuchado.Por lo tanto, yo no me hago cargo de esas expectativas.¿Quién se hace cargo?, me pregunto, y pregunto a Búsqueda, la entidad, a quienes integran la redacción cuyas páginas culturales, por cierto, tuve el gusto de integrar hace 12 años, y un medio que leo hace mucho y que me do el gusto de invitarme recientemente a brindar por sus 40 años.Asi sea que mi disco les guste o no en el futuro (en caso de que algún periodista calificado lo escuche con respeto) y así sea que jamás nos aludan en vuestra sección por los siglos de los siglos, agradezco que si no fue en representación de Búsqueda la persona que me telefoneó la noche del 10 de enero y sometió a tan desagradable acoso, entonces espero que alguien responsable tenga a bien extenderme las aclaraciones y eventuales disculpas del caso
.Gracias desde ya.Cordiales saludos.Soledad Bauzá

1 comentario:

Unknown dijo...

siMe gustaría saber si Pablo Cohen hizo sus descargos sobre la denuncia y si es así, puedo leerlos en algún sitio.
Gracias