viernes 17 de febrero de 2012
Estado financia a Cordero
Paso
de los Toros, Batallón de Ingenieros No.3, año 1978. Raúl Sendic,
Julio Marenales y el que escribe estas líneas, fueron interrogados por
un trío de verdugos: el General Alfonso Feola, comandante de la
División de Ejército III; el Mayor Portela, al mando del S-2 de la
misma división y el coronel Manuel Cordero, que revistaba en varios
organismos represores (OCOA, SID, Plan Cóndor y “El Infierno” del
Batallón de Infantería No. 13). Mostraron fotos de Gabino Falero Montes
de Oca, Mario Navilliat, Alberto Iglesias, Lucas Mansilla, Efraín
Martínez Platero, Andrés Cultelli, Antonio Bandera, Atalivas Castillos,
Félix Bentín y muchos otros tupamaros que seguían luchando
desparramados por el mundo. El interrogatorio fue acompañado por una
charla sobre la situación política, iniciada por Feola, que tenía el
mayor grado, pero conducida por Cordero, el dueño de la batuta.
Informaron que el socialismo perdía la guerra fría y en cualquier
momento Cuba se venía al suelo, nada dijeron del triunfo en Vietnam ni
de la lucha guerrillera en Nicaragua. La dictadura militar sería eterna
y los “rehenes”
morirían en los calabozos cuarteleros. Interrogaron a uno por día y,
al terminar las sesiones, la guardia dejó en cada celda una birome y
varias hojas en blanco para trazar por escrito el perfil sicológico y
político de los compañeros requeridos... querían información sobre cuál
de ellos concitaba apoyo y era capaz de relanzar la guerrilla tupamara.
Sendic, Marenales y yo entregamos las hojas en blanco. Nos negamos a
colaborar.
Amable
y dicharachero, Cordero ofreció café para romper el hielo. A
propósito, se perdió en divagues filosóficos que parecían no tener
sentido. Adoptaba el aire de un “amigo” comprensivo en el cual se puede
confiar. Esperaba encontrar a esos tres sacos de huesos que tenía
delante derrotados moral y espiritualmente, enfermos por el “síndrome
de Estocolmo” y dispuestos a algún grado de colaboración. En realidad
Cordero fue a Paso de los Toros a una tarea “científica”: cumplidos los
cinco años de “tratamiento”
(continua presión sicológica salpicada con episodios de violencia y
maltrato), correspondía evaluar resultados, medir cuán locos y quebrados
estaban los objetos de la experimentación. Creo que, además, Cordero
ponía en práctica un plan tenebroso, intentaban saber si podían darse el
lujo de exhibir a Raúl Sendic hecho un pelele, un anticipo de lo que,
décadas más tarde, haría la dictadura peruana con el “presidente
Gonzalo”, líder de Sendero Luminoso.
Como
Montesinos en Perú, Manuel Cordero pertenecía a la especie del marqués
de Sade, que podía ser inteligente y bestial al mismo tiempo. A Paso
de los Toros fue por lana y salió trasquilado. Raúl Sendic no se
entregó nunca.
Cliente del Banco República.
Santa
Catalina, año 2012. Los compañeros de la Agrupación 810, AEBU, banca
oficial, trajeron a nuestra casa un expediente del Banco República
numerado 2010/51/00337, donde se hacía referencia al préstamo social
otorgado el 14 de enero del 2010 al coronel Manuel Cordero Piacentini,
C.I. 798.683-7. El trámite realizado por su hija y apoderada Yesleine
Cordero Monteiro provocó dudas a Luis Eduardo Ferreira, ejecutivo de
negocios de la Agencia “19 de junio”. Preocupado porque podría dar una
imagen negativa del Banco República, Ferreira recomienda a sus
superiores que antes de hacer efectivo el préstamo, se consulte a la
Gerencia de Crédito Social, desempeñada por Claudia Amodio, y a la Sala
de Abogados. La diligencia de Ernesto Parrilla, gerente de la Agencia
“19 de junio” y de Juan Ivaldi, coordinador de las dependencias del
área metropolitana, zona centro, hizo que el expediente llegara a
destino el mismo día a la hora de cierre, dos horas y doce minutos
después de enviado por Ferreira. El 18 de enero Claudia Amodio envió su
informe a la Asesoría Letrada del Banco. Dado que el poder judicial
requería a Cordero por violaciones a los Derechos Humanos, esta
funcionaria entendió debía consultar telefónicamente al servicio
jurídico, que indicó no encontrar impedimentos legales para conceder un
crédito a Cordero. Amodio consideró en su informe que “No obstante lo
anterior, esta gerencia estima que el Banco como organismo oficial
podría colaborar con el poder judicial, evitando la tramitación de
productos o servicios por parte del Sr. Cordero sin su concurrencia a
las dependencias del Banco en el territorio nacional”. En otras
palabras, la gerente de Crédito Social entiende que, si Cordero quiere
dinerillos para seguir eludiendo la justicia, debe venir personalmente
al Uruguay y rendir cuentas ante el juzgado que lo requería. Propuso un
camino que, en la disyuntiva “o con la impunidad de los criminales o
con la Verdad y la Justicia que reclama medio Uruguay”, el Banco dejaba
de ver el préstamo como “negocio más”, para resolver el problema en el
marco de la ética y la moral. En cambio, una vez recibido el informe
de Amodio, los abogados José Recouso de Medina ( asesor) y José Darío
Fernández Granito (consultor) toman otro camino, ratificando el 8 de
febrero por escrito lo que habían adelantado por teléfono. Es su
opción. No les interesa lo ético y lo moral, tampoco las consecuencias
políticas de financiar la impunidad de un terrorista de Estado, que
probablemente esté conspirando contra el régimen actual. Sólo piensan
en salvar sus cargos y sus sueldos, evitan meterse en problemas, son
burócratas de esos que tanto se queja el presidente de la república.
Luego
de recibir la palabra santa de la Asesoría Letrada, el Banco echó a
andar su maquinaria crediticia. El 10 de marzo, firmado por la contadora
Mariela Espino, gerente ejecutivo de la División Red Comercial, el
expediente favorable al préstamo desciende pirámide abajo y el 15 de
marzo del 2010 llega a la Agencia “19 de junio”, donde se concretó el
pago. Seguramente, luego de cobrar, Yesleine lo envió a Buenos Aires y
Manuel brindó a la salud del directorio del Banco presidido por Fernando
Calloia... un señor muy intransigente cuando se trata de presionar a
los trabajadores sindicalizados, pero muy flexible a la hora de
financiar a un criminal. En adelante le lloverán solicitudes de
préstamos desde la cárcel VIP, el Goyo Álvarez y José Gavazzo, el
“Pajarito” Silveira y Gilberto Vázquez, el “turco” Arab y Maurente,
todos ellos unidos en demanda de créditos baratos para que el Banco
República solvente sus abogados y la página “En Voz Alta”. Atado de pies
y manos por el precedente del concedido a Cordero, el presidente del
Banco deberá otorgar todos los créditos que tramiten los jefes del
terrorismo de estado.
Manuel
Cordero es antiguo cliente del Banco República. Mientras el coronel
estaba fugado y clandestino en Brasil, la sucursal Rivera pagaba
puntualmente su jubilación a su apoderada. Para poder seguir cobrando,
Cordero debía demostrar que seguía con vida, para lo cual el cónsul
uruguayo en Livramento expedía el correspondiente certificado, previa
autorización de Didier Oppertti, canciller del gobierno de Jorge Batlle.
La maniobra fue desbaratada cuando asumió la cancillería el compañero
Reinaldo Gargano en el año 2005. Gracias a que perdió la financiación
de su clandestinidad por parte del Estado uruguayo, Manuel Cordero fue
detenido el 27 de febrero del 2007 por la policía federal brasilera
cuando salía de reclamar en el consulado. Ahora está tranquilo, contando
con el fondo que le proporcionó el mismo Banco. Por Verdad y Justicia,
Calloia debe renunciar de inmediato.
La línea es olvido y perdón
Si
la voluntad del gobierno fuera la Verdad y la Justicia, se habría
jugado entero para anular la ley que todavía protege a los criminales y
realizado un gran juicio al terrorismo de Estado como el que se realizó
a los nazis en Nüremberg. El gobierno tiene acceso a los archivos
donde figuran los oficiales que ejercieron el mando en todas las
unidades militares entre setiembre de 1971 y marzo de 1985; se elabora
la lista completa y se ordena a los fiscales instruir la causa contra
todos ellos por responsabilidad directa o indirecta en las torturas,
las violaciones, los asesinatos y las desapariciones forzosas. Quién no
pueda probar su inocencia marcha a la cárcel. Por supuesto, significa
revertir la carga de la prueba: todos todos son sospechosos hasta que
puedan demostrar su inocencia. El uso abusivo de las armas para cometer
crímenes aberrantes desde el Estado, significa que están bajo sospecha
todas las personas entronizadas en el aparato estatal. Un juicio al
estilo Nüremberg sería, además, un instrumento notable para educar en
los principios humanos y obraría como un shock político sobre las
conciencias, profundizando el sentido de justicia del pueblo
trabajador. En última instancia, al demostrar cabalmente que todos son
iguales ante la ley, reforzaría políticamente la democracia burguesa.
El
gobierno tiene otro rumbo claro, apunta al olvido y perdón, concesión
ideológica que busca “conquistar” el apoyo político de la oficialidad,
de todos ellos, retirados o en actividad, que hayan cometido delitos
de lesa humanidad o que no hayan tenido la oportunidad de cometerlos
por haber nacido tarde para ello. Por supuesto, la aplicación de la
“línea” es oscilante como todo en el gobierno, porque hay que conformar
a ese 49% que votaron por la anulación de la ley de caducidad, a los
organismos de DDHH e incluso, a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, cuyo fallo obliga al Estado a pedir perdón por el caso de
María Claudia García de Gelman. Gracias a esas oscilaciones se
rescataron los restos de Ubagesner Chávez, Fernando Miranda y Julio
Castro, tremenda comprobación de los hechos denunciados desde hace casi
cuarenta años. Es mucho lo alcanzado, pero todavía insuficiente. Sin
embargo, desde el gobierno se impone el olvido y perdón, se lanzan
“bolazos” que consideran inocentes viejitos a los terroristas recluidos
en el cuartel de Burgues, se visita al general Dalmao procesado por el
asesinato de Nibya Sabalzagaray o se confía la investigación de los
crímenes a los propios criminales y, cuando el poder judicial procesa
al general Barneix por el homicidio de Aldo Perrini, el gobierno calla
la boca para no ofender la sensibilidad de la familia militar. Esas
actitudes quedan grabadas en la memoria colectiva e inducen una actitud
general de indiferencia ética ante la barbarie del terrorismo de
Estado; es cierto, la gente se horroriza enormemente al producirse
hechos que golpean fuertemente las conciencias, pero luego, cuando todo
vuelve a su lugar, retornan al estado de baja tensión y
desentendimiento. Se sienten ajenos.
En
realidad, el préstamo de carácter social que concedió el Banco
República a Manuel Cordero, debía haber sido denunciado por el gobierno o
el Frente Amplio, pero en esos ámbitos predomina la indiferencia y les
da lo mismo una cosa que la otra, por consiguiente la Agrupación 810
debió asumir la responsabilidad de hacer público el privilegio otorgado a
un criminal. Los principios de Verdad y Justicia, abandonados por los
partidos políticos, ha quedado en buenas manos, es una bandera que han
tomado las organizaciones de jóvenes, las nuevas generaciones, los
nacidos después de la salida de la dictadura. Es nuestra esperanza.
Jorge Zabalza
Semblanza
de un genocida: Coronel Manuel Cordero Piacentini, alias “303” por ser
el tercer mando del centro de torturas “300 Carlos” y “Manolo”,
represor, asesino y torturador uruguayo.
1972 –
Integra los cuadros de Inteligencia y coordina con la Triple A. Era a
partir de la declaración del Estado de Guerra Interno, con Jorge
“Pajarito” Silveira y José Gavazzo uno de los que recorrían todas las
unidades militares en las que había presos para torturar, se sospecha
que también enseñaba tácticas de tortura.
21-11-1974 –
Según un documento que fue desclasificado por el MDN (Ministerio de
Defensa Nacional) entregado a la justicia uruguaya, asesina al joven
militante del OPR 33 Iván Morales Generali, exiliado en Buenos Aires.
1976 – 1977 –
Integra el SID (Servicio de Información y Defensa) y la OCOA (Oficina
Coordinadora de Operaciones Antisubversivas). Participa en el “Plan
Cóndor” en secuestros y desapariciones de civiles trasladados desde
Automotoras Orletti (Buenos Aires) y en la tortura.
8-11-1999 – Año en el que se inicia la denuncia contra la “Operación Cóndor”.
2001 –
En declaraciones al semanario Búsqueda, Cordero justifica la tortura
declarando que está de acuerdo con la utilización de apremios físicos
para lograr la confesión de los detenidos, lo que determinó que el juez
penal José Balcaldi le iniciara una causa por apología de ese delito.
A raíz de una serie de maniobras el juez se ve obligado a cerrar el
caso y abrir otro por “desacato con ofensa” .
2003 –
El congreso argentino declara nulas las leyes de “ obediencia debida” y
“punto final” que impedían juzgar a quienes cometieron violaciones a
los Derechos Humanos.
08-2003 – Con la cabeza y el rostro cubiertos Cordero comparece por primera vez ante el juzgado por el delito “apología de la tortura”.
2004 –
Siendo requerido por tres jueces en Argentina y uno en Uruguay donde
se lo acusa de desacato en un juicio por “apología de la tortura”,
Cordero se escapa al Brasil donde se refugia alegando ser “perseguido
político”.
01-2005 –
Cordero se presenta en el consulado uruguayo para firmar un poder a un
familiar suyo para que pueda cobrar la jubilación y es descubierto. Se
sabe entonces que el canciller Didier Opertti estaba enterado de la
presencia del genocida en Brasil ya que era quien autorizaba
mensualmente el pago de sus haberes. Cordero vuelve a “desaparecer”.
13-01-2005 –
Jair Kirschke lo ubica y promueve en Buenos Aires el pedido de
extradición del juez federal Guillermo Montenegro que estaba a cargo de
la causa Cóndor, hay una ampliación por parte del juez Rafecas por la
causa “Automotores Orletti”. Es también requerido en Uruguay en el marco
del caso del uruguayo desaparecido en Buenos Aires, Adalberto Soba.
26-02-2007 –
Cordero es detenido en Brasil (Livramento) y trasladado a Porto Alegre
en la sede de la Policía Federal gaucha donde es recluido.
2007 – Se le otorga prisión domiciliaria alegando estado delicado de salud y edad avanzada.
19-12-2007 – Comienza a cumplir con la “prisión domiciliaria” debido a que le tenían que realizar una supuesta cirugía cardiovascular.
08- 2008 – Roger
Rodríguez escribe una carta al Ministro Gilmar Méndez, responsable de
la decisión sobre la extradición de Cordero donde explica el por qué de
la importancia de extraditar al asesino Manuel Cordero.
11-09-2008 –
Llega el expediente de la extradición al plenario del STF, comienza el
Juicio luego de un largo trámite, el juicio se suspende en un cuarto
intermedio por alegato de la minoría.
22-10-2008 –
Se da inicio en el Paraninfo de la Universidad de la República en
Montevideo a la “Campaña Internacional por la Extradición de Manuel
Cordero”.
30-10.2008 –
Se reanuda la sesión y se suman más votos a favor de la extradición,
esta vez es Eros Grau quien pide un cuarto intermedio para estudiar el
expediente demorando todo el proceso.
19-12-2008 –
El Supremo Tribunal Federal decide que Cordero puede cumplir prisión
domiciliaria después de ser sometido a una cirugía cardiovascular. A
pesar de su presunto delicado estado de salud, Cordero es grabado por
periodistas mientras sale de su “prisión domiciliaria” para tomar
cerveza en el bar “la Iguana”, fumar y pasear.
03-2009 – Telemundo 12 lo registra caminando por la ciudad mientras fuma un cigarrillo.
06-08-2009 –
A cinco años de su fuga de Uruguay, el STF resuelve extraditar a
Cordero a la República Argentina por seis votos contra dos, acusado de
participar en la “operación Cóndor”. Dicha extradición debe realizarse
en un plazo de 30 días.
11-08- 2009 –
El acusado es nuevamente descubierto “haciendo mandados” y fumando,
reincidiendo en la violación al “arresto domiciliario” y poniendo en
duda su “delicado” estado de salud.. Estos hechos son denunciados.
Supuestamente sería sometido a una cirugía cardíaca. Debido a estas
denuncias se determina realizar al exmilitar un chequeo médico fijado
para el 23 de noviembre del 2009.
23-11-2009 – Manuel Cordero no asiste al chequeo médico fijado para esta fecha.
11-2009 –
La fundación Benedetti escribe una carta firmada por varias
personalidades para exigir que se cumpla la extradición del genocida.
28-12-2009 – Después de seis meses la STF firma el acta final de la extradición de Cordero.
19-01-2010 -
Se ordena la detención y prisión de Cordero para trasladarlo a
Argentina. Él dice sentirse mal y es internado durante cuatro días en
un hospital.
20-01-2010 –
Cordero es trasladado por vía terrestre en una ambulancia hacia la
frontera de Uruguayana y Paso de los Libres donde es sometido a un
chequeo médico . Atraviesa el puente internacional y es llevado al
Hospital San José. El genocida es entregado a Interpol de Argentina para
ser juzgado por los crímenes de lesa humanidad. Ese mismo día, al
mediodía se le hicieron exhaustivos exámenes médicios.
09-02-2010 –
El Coronel Manuel Cordero es procesado por la desaparición de once
personas: los uruguayos Washington Cram González, León Duarte Luján,
Ruben Prieto González, Ary Cabrera Prates, Adalberto Soba, José Hugo
Méndez Donadio, Francisco Edgardo Candia Correa, María Emilia Islas
Gatti, Jorge Roberto Zaffaroni, y a la argentina María Claudia García de
Gelman. Se lo procesa por su participación en el “Plan Cóndor” y en
carácter de integrante del Ejército uruguayo en el centro clandestino de
detención Automotores Orletti (Buenos Aires) en los años 1976 y 1977,
se le acusa de haber torturado a varias decenas de personas. Es acusado
por el secuestro de Simón, un menor de edad. Entre sus múltiples
crímenes se incluye el asesinato de los legisladores Zelmar Michelini,
Héctor Gutiérrez Ruiz y de Rosario Barredo y William Whitelaw.
La impunidad no tiene fronteras.
Veronika Engler
ENLACES
Varios artículos sobre Manuel Cordero
http://www.rel-uita.org/
http://www.desaparecidos.org/
http://notas.desaparecidos.
http://www.radiosantacruz.
http://www.emol.com/noticias/
http://www.elpais.com.uy/
http://www2.ntn24.com/content/
http://www.lr21.com.uy/
http://www.lr21.com.uy/
http://elmuertoquehabla.
http://www.uruguaymipais.blogger.com/blogger
http://elmuertoquehabla.blogspot.com/2012/02/estado-financia-cordero.html
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