L VICEPRESIDENTE HIZO ESCUCHAR SU VOZ EN EL FRENTE'
Reportaje al vicepresidente Danilo Astori publicado en 'La República'
22.01.2013
MONTEVIDEO (Uypress) - Bajo
el título 'Astori y una fuerte advertencia: 'Nunca estaremos para
decorar', el matutino La República le realiza un extenso reportaje,
realizado por su editor en política Gustavo Carbajal.
El texto completo
En exclusiva para LA REPÚBLICA, el líder del Frente Líber Seregni
aseguró que hay quienes priorizan las agresiones y debilitan el sentir
frenteamplista, y advirtió que de continuar así, el final será "muy
malo". "¿Se pretende que seamos un simple decorado?", preguntó.
La voz del vicepresidente Danilo Astori se hizo escuchar clara y
fuerte. Y su advertencia causará un gran impacto en el Frente Amplio. El
líder del Frente Líber Seregni aseguró a LA REPÚBLICA que algunos
sectores del FA "priorizan espacios de poder internos y generan
agresiones que debilitan el espíritu y el sentir frenteamplista" y
advirtió que si se continúa de esta manera "el final previsible es muy
malo".
"¿Dónde se quiere terminar? ?interrogó-, ¿se nos quiere integrando el
gobierno activamente y comprometidos en la primera línea de lucha, como
siempre lo hemos estado, o se pretende que seamos un simple decorado?
Porque nunca estaremos para decorar".
La dura frase quedó picando en el aire y obligó a repreguntar: ¿Hasta
dónde pueden llegar estas definiciones suyas? "Pregúnteles a quienes a
veces no se sabe hasta dónde están dispuestos a llegar, y cuál es su
respaldo político. Nosotros estamos dispuestos a seguir trabajando en un
clima de armonía y de respeto para el éxito de nuestro gobierno, por el
bien del país, de la gran mayoría de los uruguayos y del Frente
Amplio".
No mencionó directamente a ningún sector porque prefirió "hablar del
pecado y no de los pecadores", pero aludió sin dejar dudas a las
actitudes que desataron su malestar: "Ponerse a definir quién debe pagar
los costos políticos de determinadas situaciones de gobierno, o ponerse
en calificadores de la condición de izquierda de otros compañeros
constituye una práctica y, sobre todo, una perspectiva peligrosa para la
unidad, uno de los aspectos esenciales del Frente Amplio".
Señaló que es imperioso "terminar con conductas altamente
inconvenientes" como "utilizar sistemáticamente como método de acción
política las filtraciones de prensa sesgadas, interesadas y parciales,
para ser generosos en la calificación, de aquello que se discute en las
reuniones de gobierno" y agregó que "tiene que ser posible trabajar
seriamente y con tranquilidad".
Afirmó que el FA ya tiene un candidato "con amplias posibilidades de
ganar" las próximas elecciones que es Tabaré Vázquez a quien el Frente
Líber Seregni apoyará con toda su fuerza. Pero dejó una última
advertencia: "Si no construimos juntos, ponemos en peligro la victoria
sobre la derecha", porque "lo más peligroso es pensar que las elecciones
ya están ganadas".
Pero no solo habló de la interna del Frente Amplio, también ahondó en
la marcha del país, de la economía, de Pluna y de la oposición. Últimamente se abrió un debate sobre la política económica e
impositiva que lleva implícito una discusión sobre la redistribución de
la riqueza. ¿Usted declaró que hay que tener cuidado con las
inversiones?
No declaré solo eso, aunque a veces la síntesis que hace la prensa se
concentre en ello. Hablé y hablo siempre de los impactos sociales y, en
primer lugar, de los más grandes éxitos del gobierno, del trabajo, de
la mejora en las condiciones de vida de nuestra gente y de los avances
en la justicia social, de las tasas de crecimiento e inversión que han
alcanzando niveles históricos. Ese es nuestro norte y el de la política
económica y social que hemos llevado adelante en estos 8 años. Las
inversiones no son un fin en sí mismo, pero son el único medio conocido
para aumentar y diversificar la producción con una perspectiva de
sustentabilidad, para generar empleo de calidad y, en definitiva,
potenciar el avance del país.
¿O alguien piensa que los resultados obtenidos en materia económica y
social fueron independientes del aumento de las inversiones? Me refiero
a las inversiones públicas y privadas. ¿Ya nos olvidamos que Uruguay
estaba en el último lugar de América Latina en esa materia? El año
pasado superamos el 20% del PBI, y queda mucho camino para seguir
recorriendo. Todo ello tiene que ver, en primer lugar, con la política,
con la estrategia de los gobiernos de izquierda, con la economía que
hemos construido y con la propia identidad del Frente Amplio.
Además hemos desmentido categóricamente, es decir, por la vía de los
hechos, la postura de la derecha de que primero había que crecer para
luego distribuir. Nosotros lo hicimos, y crecimos en serio y sin
interrupciones incluyendo la crisis del 2009 y la de este año y
distribuimos en forma simultánea y continuada durante 8 años. Ese fue y
es nuestro principal mérito y por eso tenemos los indicadores sociales
actuales, en mejora constante; y por eso se han reducido las diferencias
entre los sectores sociales. Por supuesto que nos falta mucho, somos
los primeros en reconocerlo, no cabe en nosotros una pizca de
autosuficiencia.
Lo importante es reconocer la realidad, así como la tendencia en
materia económica y social. Nunca se dio una mejoría en materia de
pobreza, indigencia, distribución del ingreso y una multiplicidad de
mejoras sociales y que hacen a las condiciones de vida de nuestros
ciudadanos, como durante los últimos 8 años. Y si alguien, en la
izquierda, quiere discutirlo, que lo diga claramente. Si alguien en la
izquierda piensa que todo lo logrado en materia económica y social es,
simplemente, el resultado de la libre acción de las fuerzas del mercado o
del viento de cola internacional, que dicho sea de paso hace mucho que
ya no existe, que lo diga claramente. Ya tenemos bastante con escuchar
ese cántico, entonado por el coro de voces de la derecha.
Mejoramos extraordinariamente la distribución del ingreso y de la
riqueza, esa fue otra victoria sobre la fatalidad del pensamiento de
derecha. Lo hizo la izquierda, formamos parte de ello y nos sentimos
orgullosos. Eso no nos impide ver que hay nuevos procesos sociales en el
Uruguay, que muestran que todavía hay una fractura importante y eso
tiene que ver con los fenómenos más negativos, como la violencia o la
degradación en las formas de convivencia. ¿Algunas voces dicen que ese modelo se agotó?
Nosotros no aplicamos ningún modelo, al contrario, somos flexibles,
nos adecuamos a los diversos momentos y exigencias de la realidad
internacional, regional y nacional, y los resultados están a la vista.
Lo que se agotó, en este país y en el mundo, es el pensamiento de la
derecha, que está tratando desesperadamente de calafatearlo. Esto no
quiere decir que no estemos siempre tratando de mejorar. No nos fijamos
metas inmutables, nos superamos, planteamos más cambios, más justicia y
siempre con libertad y en democracia. Incluso en materia impositiva, de
la cual se ha hablado con tanta ligereza últimamente, siempre estamos
dispuestos, con seriedad y en el marco de una estrategia, a analizar
cambios y ajustes. Pero nunca para dar batallitas internas, disputando
espacios de poder con otros compañeros y agrediendo a otros compañeros. ¿Y cuál es el objetivo del Frente Líber Seregni en esta etapa?
Lo hemos comenzado a analizar en diversas instancias y, en
particular, en un activo de los militantes. Podría mencionar los grandes
objetivos. Primero, terminar de la mejor manera posible, con
importantes avances, el segundo gobierno del Frente Amplio, es decir,
respaldando el gobierno del compañero Mujica y tratando de generar el
ambiente de trabajo más creativo y fraternal posible. Y, permítame
aclarar, eso implica terminar con conductas que consideramos altamente
inconvenientes. Me refiero, concretamente, a utilizar sistemáticamente
como método de acción política las filtraciones de prensa sesgadas,
interesadas y parciales, para ser generosos en la calificación, de
aquello que se discute en las reuniones de gobierno. Tiene que ser
posible trabajar seriamente y con tranquilidad.
Segundo, trabajamos y trabajaremos para elaborar nuevas ideas para
avanzar en los cambios en una nueva etapa del Proyecto Nacional, en un
país donde se han producido transformaciones históricas en la estructura
productiva, muy profundas y con un fuerte impacto social. Cambios
estructurales en cadenas completas de la producción, en el campo, en los
servicios y eso debemos apreciarlo. Sin ninguna autocomplacencia
tenemos que elaborar el programa y el plan de gobierno para el futuro,
con realismo pero, sobre todo, con seriedad y audacia. El país tiene
perspectivas muy grandes y de gran valor y hay que aprovecharlas y para
eso hay que trabajar en forma constante. Lo estamos haciendo. Esta
elaboración implica, obligatoriamente, revisar críticamente las formas
de relación del gobierno de izquierda, la fuerza política y la
participación de la sociedad civil y la batalla cultural que debe
acompañar siempre a los cambios. En el tránsito en esta dirección no hay
atajos.
Nos aproximamos a la campaña electoral, que en este país es muy larga
y que para muchos comenzó con toda la urticaria, de la cual, al
parecer, nadie puede sustraerse. Nosotros vamos a trabajar por el
triunfo del Frente Amplio, tenemos un candidato que tiene óptimas
posibilidades de ganar y lo vamos a apoyar con toda nuestra fuerza.
Obviamente, por mejor que sea nuestro candidato, y por cierto que lo es,
la posibilidad de un tercer gobierno del Frente Amplio estará
estrechamente vinculada con los resultados de este gobierno. Por eso
digo que las dos tareas son indivisibles. Y también trabajamos y
trabajaremos en la elaboración y renovación ideológica y programática,
que la izquierda siempre debe hacer. "Si no construimos juntos, ponemos en peligro la victoria sobre la derecha"
Aludió a Tabaré Vázquez como el candidato del FA en las próximas
elecciones y aseguró que el Frente Líber Seregni es "antes que nada"
frenteamplista. Lamentó que haya sectores que prioricen la construcción
de "espacios de poder internos". Cuando habla de candidato a la presidencia, ¿se refiere a Tabaré Vázquez?
Sí, obviamente que me refiero al Dr. Tabaré Vázquez, no es ninguna
novedad, lo dije en varias instancias y lo reafirmo. Nosotros somos
antes que nada frenteamplistas, creo que esa es la primera definición
que une a los grupos y a los independientes que integran el Frente Líber
Seregni. ¿Existe similar definición en los otros grupos del Frente Amplio?
También existe mayoritariamente esa definición, aunque a veces uno
tiene la sensación que en algunos casos se prioriza la construcción de
espacios de poder internos, generando choques internos, llegando incluso
a agresiones contra otros compañeros y grupos lo que, sinceramente,
debilita el espíritu y el sentir frenteamplista. Concretamente, ¿a quiénes se refiere?
Prefiero hablar del pecado y no de los pecadores, porque no ayudaría.
Pero me parece que ponerse a definir quién debe pagar los costos
políticos de determinadas situaciones de gobierno, o ponerse en
calificadores de la condición de izquierda de otros compañeros,
constituye una práctica, y sobre todo, una perspectiva peligrosa. Una
perspectiva peligrosa para la unidad, es decir para uno de los aspectos
esenciales del Frente Amplio.
No me preocupa solo puntualmente, sino como germen de una visión
dentro de la izquierda que tiene poco que ver con nuestra historia
unitaria y, por el contrario, mucho que ver con los vicios del poder. Me
explico. Siempre hubo y habrá debate ideológico y político, por eso
somos plurales y unitarios, pero si no avanzamos todos, si no
construimos juntos, ponemos en peligro la victoria sobre la derecha y,
con ello, la capacidad de seguir transformando el país. ¿Tan grave es la situación?
Si uno proyecta en el tiempo ciertos argumentos que se leyeron y
escucharon últimamente y si contestáramos de la misma manera, el final
previsible es muy malo. El Frente Amplio nunca fue concebido como una
alianza entre izquierdistas y progresistas con algunos compañeros o
grupos autoproclamados como los grandes calificadores. El debate sobre
lo más profundo del carácter de izquierda estará siempre presente. Por
ejemplo, yo creo que en el Uruguay no hay nada más de izquierda, nada
más radical, es decir que vaya a la raíz estructural de los problemas,
que avanzar de manera firme y segura por el camino de los cambios, junto
con el mayor bloque político y social posible y librando una batalla
política y cultural para hacer avanzar los valores de la izquierda, que
son los valores de la democracia, de la solidaridad, de la fraternidad,
de la justicia social. Y, desde mi perspectiva de izquierda, cuando se
gobierna, todo ello hay que concretarlo con eficacia y eficiencia, con
profundidad, con transparencia y generando confianza y seguridad y con
resultados que tengan que ver con la vida de la gente. Creo que ese es
el mejor resumen de lo que han hecho y están haciendo los dos gobiernos
de izquierda.
Soy un partidario firme de la radicalidad en los resultados. Con
respeto y cabeza abierta, estoy dispuesto a discutir con todos los
compañeros, jamás consideré que alguien pueda tener la verdad en un
puño. Ahora, y no quiero eludir la pregunta, si se proyectan en el
tiempo algunos de los razonamientos y acusaciones que hemos estado
escuchando pacientemente en estos
días, si entramos en la espiral de liviandades y acusaciones que se
nos propone? ¿dónde se quiere terminar?, ¿se nos quiere integrando el
gobierno activamente y comprometidos en la primera línea de lucha, como
siempre lo hemos estado, o se pretende que seamos un simple decorado?
Porque nunca estaremos para decorar. Son afirmaciones muy fuertes
En política, como en todas las cosas de la vida, y la política es una
parte fundamental de la vida colectiva, mejor prevenir, mejor tener una
mirada hacia adelante que dejar que los temas exploten. Nadie podrá
decir que no somos y hemos sido consecuentes con el apoyo y compromiso
total con nuestros dos gobiernos. No reclamamos monopolio alguno, pero
se debe reconocer que siempre hemos actuado con lealtad institucional y
política. De hecho,
algunos compañeros nos reprochan de excedernos en ese sentido. No
estoy de acuerdo, pero eso no quiere decir que no tengamos opiniones y
que no estemos dispuestos a defenderlas con pasión y convicción. ¿Y hasta dónde pueden llevar estas definiciones suyas?
No me pregunte a mí. Nosotros no tenemos que demostrar nuestro
profundo sentido frenteamplista y nuestro apoyo y lealtad al gobierno.
Pregúntele a quienes a veces no se sabe hasta dónde están dispuestos a
llegar, y cuál es su respaldo político. Nosotros estamos dispuestos a
seguir trabajando en un clima de armonía y de respeto para el éxito de
nuestro gobierno, por el bien del país, de la gran mayoría de los
uruguayos y del Frente Amplio y de sus oportunidades de seguir cambiando
al país. Estamos dispuestos a seguir profundizando nuestras
definiciones dentro del Frente Líber Seregni para aportar al triunfo del
Frente Amplio, con ideas, con propuestas, con capacidades, también con
sentido crítico y autocrítico y, por supuesto, con votos, al triunfo del
Frente Amplio. Y aspiramos naturalmente a hacerlo junto con todos los
grupos del Frente Amplio. Pluna: "Lo vamos a resolver" En el tema de las infraestructuras, ¿cómo ve la solución del transporte aéreo?
También lo vamos a resolver. ¿Por qué? Porque no le huimos al
problema, lo afrontamos, tanto en el primer gobierno como en el segundo.
No nos hemos equivocado en lo fundamental, en buscar soluciones, en
asumir los riesgos, eso es gobernar. De empresas públicas, bancos
públicos y privados, entes y todo tipo de responsabilidades del Estado
fundidas y fracasadas, está llena la historia de los gobiernos de la
derecha. Esa situación fue una constante y, por cierto, también en el
transporte aéreo. Pidió profundizar el cambio al servicio del Uruguay productivo A partir de estos planteos, ¿no puede haber una suerte de paralización de la gestión de gobierno y de la agenda de cambios?
En absoluto, al contrario. Se trata de seguir trabajando sobre la
base de lo que funciona bien, de lo que se ha demostrado correcto y con
resultados ampliamente positivos en las diversas áreas del gobierno. Por
supuesto que hay que mejorar muchas cosas, profundizar unas y cambiar
otras. No solo porque no hay gobiernos infalibles, sino porque nada es
más contrario a un pensamiento auténticamente de izquierda que la
infalibilidad. Tenemos que seguir cambiando el Estado al servicio del
Uruguay productivo, del trabajo y hacerlo cada más democrático,
eficiente y transparente. Hay que seguir invirtiendo en políticas
sociales, tornándolas cada día más eficaces y con mayor impacto en la
situación de los sectores más vulnerables para integrarlos cada día más a
la educación y la formación profesional, como claves de aquello que
hemos llamado el Proyecto Nacional.
Es necesario producir avances importantes en la educación pública, la
UTEC es un paso, pero creo que Enseñanza Secundaria sigue siendo el
gran desafío. La derecha dice que las grandes inversiones que se han
hecho en educación no han dado resultado, pero lo hace para justificar
los presupuestos de hambre para la educación de sus gobiernos que
impactaron de la peor manera en la educación pública. Lo que está claro
es que si hoy podemos plantear reformas y cambios es porque hemos
invertido. Con sueldos de miseria para maestros y profesores lo único
seguro era la continuidad de la decadencia. También estamos mejorando en
la seguridad pública sin afectar la libertad, y esa es una definición
de principios para la izquierda. Es notorio que mejoramos, aunque se
trata de procesos que llevan mucho tiempo, sobre todo si tenemos en
cuenta que entre el 1999 y el 2004 el número de rapiñas tuvo el mayor
aumento de nuestra historia, creció en el 63%? ¡vaya si la crisis tuvo
que ver con la delincuencia, allí tienen la prueba!
Para el Uruguay productivo y del trabajo estamos obligados a generar
un shock de inversiones en la infraestructura a todos los niveles. Y lo
estamos haciendo en la energía, las telecomunicaciones, los puertos, la
estructura vial. Seguimos teniendo el déficit del ferrocarril, pero lo
vamos a resolver. En un tema muy sensible como las concesiones de las
frecuencias para la televisión digital, donde hay tanto para
diferenciarnos de las prácticas de la derecha y democratizar los
procesos, tenemos que trabajar como en otras áreas con total
transparencia y equilibrio. Y siempre tenemos que seguir trabajando en
nuestras relaciones comerciales, de cooperación productiva, de alianzas
estratégicas a nivel internacional. Estos dos gobiernos son los que más
ampliaron ese horizonte. Al respecto, ¿no cree que hay demasiado ruido en las relaciones internacionales del Uruguay?
Si por ruido hablamos de acciones, de novedades, no hay duda que ese
ha sido y es un punto de fuerza de nuestros gobiernos. Viajes de
autoridades de gobierno, múltiples iniciativas empresariales apoyadas
desde el gobierno, intensas negociaciones que significan más de 140
países con los cuales comerciamos y la apertura de nuevos mercados. ¿O
alguien cree que hemos esperado tranquilamente sentados, esperando las
inversiones y a que nos vinieran a comprar nuestros productos? Fíjese
que el 2013 comenzó con un aumento del 15% en las exportaciones en la
primera quincena de enero. Si hablamos de la oposición, sí, vive
haciendo barullo, en particular tienen una obsesión contra Venezuela,
nada les viene bien. La actitud que adoptaron frente al viaje del
Presidente ? con su discurso medido y de apoyo a la institucionalidad, a
la paz y la concordia entre los venezolanos -, es injustificable. Pero
cuando faltan ideas sobran interpelaciones. ¿Y con respecto a Argentina?
La única estrategia que conozco para avanzar en aspectos por momentos
tan complejos es negociar firme y lúcidamente, como se está haciendo.
Ahora bien, es necesario tener claro que la suerte económica del país,
la posibilidad de desplegar sus potencialidades depende estrechamente de
la calidad de la inserción internacional del país, de la regional y de
la global. Dicho de otra forma, cuanta más barreras y dificultades de
acceso tengamos, más difícil será potenciar y diversificar en todo lo
posible nuestro aparato productivo. "Lo más peligroso es creer que las elecciones ya están ganadas" Usted habló en reiteradas oportunidades de la necesaria
renovación ideológica. ¿Sigue vigente o se lo devorará el debate
político electoral?
La ideología está siempre presente, el sentido común está cargado de
ideología, y la izquierda nació y seguirá existiendo si sigue renovando
sus ideas y respondiendo a los cambios de la sociedad y del mundo, y a
su propia experiencia. Luego de 8 años de gobierno, y cuando tenemos por
delante la posibilidad, si hacemos las cosas bien, de gobernar por un
nuevo período, cómo no vamos a discutir de ideología. Más política es
más ideología. ¿La izquierda no terminará discutiendo casi exclusivamente de candidaturas?
No lo creo. Pero permítame, lo más peligroso es creer que las
elecciones están ganadas. Hay que gobernar bien, resolver problemas,
fortalecer el Frente Amplio, asegurar que todos sus grupos puedan
crecer. Y disponer de un programa y un plan de gobierno acorde a las
nuevas tareas y los nuevos tiempos.
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1. "¿Se nos quiere integrando el gobierno activamente y comprometidos
en la primera línea de lucha, como siempre lo hemos estado, o se
pretende que seamos un simple decorado? Porque nunca estaremos para
decorar".
2. "Nunca se dio una mejoría en materia de pobreza, indigencia,
distribución del ingreso y una multiplicidad de mejoras sociales y que
hacen a las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, como durante los
últimos 8 años. Y si alguien, en la izquierda, quiere discutirlo, que
lo diga claramente".
3. "Siempre estamos dispuestos, con seriedad y en el marco de una
estrategia, a analizar cambios y ajustes. Pero nunca para dar batallitas
internas, disputando espacios de poder con otros compañeros y
agrediendo a otros compañeros".
4. "Queremos terminar de la mejor manera posible, con importantes
avances, el segundo gobierno del Frente Amplio, es decir respaldando el
gobierno del compañero Mujica y tratando de generar el ambiente de
trabajo más creativo y fraternal posible".
5. "Tenemos un candidato que tiene óptimas posibilidades de ganar y
lo vamos a apoyar con toda nuestra fuerza. Obviamente, por mejor que sea
nuestro candidato, y por cierto que lo es, la posibilidad de un tercer
gobierno del Frente Amplio estará estrechamente vinculada con los
resultados de este gobierno".
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