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martes, 13 de octubre de 2015

¿Cómo viene la mano para el 6 de diciembre?


Esta pregunta nos la hacen todos los días infinidad de uruguayas y uruguayos que se muestran legítimamente preocupados por el proceso de la Revolución Bolivariana en Venezuela. Desde quienes manifiestan la preocupación por el mantenimiento del legado del comandante Hugo Chávez, hasta quienes repiten la cantinela de CNN en español, devenido en una reedición de TV Martí.

¿Pero qué es lo que se vota el 6-D?, ¿qué es lo que está en juego?, ¿de qué manera se garantizan los resultados?, ¿qué va a suceder el 7-D? Veamos si es posible responder estas y algunas otras preguntas.


¿Cuántos diputados se eligen?

La Asamblea Nacional (parlamento unicameral venezolano) está integrada actualmente por 165 diputadas y diputados, que se renovarán completamente el próximo domingo 6 de diciembre. El número de legisladores que se elegirán en estas elecciones será de 167. Las y los nuevos legisladores asumirán el 5 de enero de 2016.

A cada uno de los 24 estados del país le corresponden tres diputados (independientemente de su población) más la resultante de dividir la población nacional (según las estimaciones del INE la proyección de la población venezolana es de 30.825.782) entre 1,1%, lo cual arroja una base de un circuito cada aproximadamente 339.083 electores.

En función de cuantas veces “quepa” esta base poblacional en el estado se define el número de total cargos por esa entidad territorial, por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proyectó ese total de 167 cargos a elegir en las parlamentarias de este año, discriminados en 164 diputados y diputadas por los estados y tres por la representación indígena.

Además, de entre los diputados que le corresponde a cada estado, el 30% se elegirán por listas estadales (identificadas con partidos políticos y organizaciones con fines electorales) y el 70% restante se elige nominalmente (por nombre y apellido) en cada circuito que lo componen.

Recapitulemos. Serán electos 167 diputados, de los cuales tres representantes indígenas (uno por cada una de las tres circunscripciones especiales indígenas), 51 por listas estadales de partidos y 113 candidatos circuitales por nombre y apellido.

Si bien la mayoría de los circuitos eligen a un diputado o diputada, otros (para no interrumpir la continuidad de los espacios poblacionales y garantizar la representación proporcional a la población) eligen dos o tres diputados.

De esta suerte, en Venezuela el próximo 6 de diciembre no se realizará una eleción, sino que se realizarán 24 elecciones estadales, tres elecciones indígenas y 87 elecciones nominales (este último es el número de circuitos en el que se dividió el país). Son 114 procesos electorales que se realizan simultáneamente.


El sistema electoral venezolano

De acuerdo al artículo 63 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 3 y 8 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, para la elección de diputados a la Asamblea Nacional se aplica un “sistema electoral paralelo”, de personalización del sufragio para los cargos nominales y de representación proporcional para los cargos por lista.

El sistema paralelo pertenece a la familia de los “sistemas electorales mixtos”, en el cual los votos expresados por los electores se utilizan para elegir representantes a través de dos sistemas diferentes, pero no se tienen en cuenta los escaños asignados con un sistema al calcular los resultados en el otro; por lo tanto, la elección nominal no incide en la elección proporcional mediante lista.

Los “diputados lista”, que representan un total de 51 escaños, se asignan en cada una de los estados en una cuota que varía entre dos y tres escaños (según la población), y dependiendo del resultado de la elección se asignan de manera proporcional entre las listas.

Con respecto a la aplicación del sistema mayoritario, los diputados que son electos por este sistema corresponden a un total de 113 escaños, elegidos en 87 circunscripciones, en las cuales los diputados son electos por mayoría relativa de votos (en la mayoría de las circunscripciones un diputado, pero en algunas dos y hasta tres).

La elección de los tres diputados por la representación indígena se realiza en circunscripciones especiales uninominales por región, aplicando un sistema de mayoría relativa de votos.

Por esto mismo, cuando usted pregunte qué dicen las encuestas, verá que los datos disponibles son para el circuito tal o el estado cual, difícilmente alguien se aventura con proyecciones nacionales.

Por las características de la arquitectura del sistema, que por cierto precede a la aprobación de la Constitución Bolivariana en 1999 y a la nueva Ley Orgánica de Procesos Electorales, votada por la Asamblea Nacional en 2009, influye fuertemente el candidato o candidata que haya sido postulado por cada circunscripción electoral más que la organización política que lo postula.


Cómo se eligieron las candidaturas

La coalición de partidos de derecha agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), definió que elegiría a sus candidatos por acuerdo político entre sus distintos factores, sin embargo no logró ese acuerdo para 40 candidaturas en 33 circunscripciones de 12 estados, por lo que anunció la realización de elecciones primarias para el 17 de mayo de este año, con apoyo técnico y logístico del Consejo Nacional Electoral.

Para estos 40 cargos se presentaron 105 precandidatos de todos los partidos de la MUD y la votación total que tuvieron estas primarias fue de 638.374 electoras y electores.

En cambio, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) realizó un proceso inverso. Cada una de las unidades de base del partido (Unidades de Batalla Bolívar Chávez, UBCh) postuló a cuatro precandidatos, teniendo en cuenta que estos debían ser un hombre menor de 30 años, una mujer menor de 30 años, un hombre mayor de 30 años y una mujer mayor de 30 años, de forma de mantener paridad de género y generacional.

Los 12 precandidatos con más postulaciones en cada una de las categorías en cada uno de los estados (o sea, 48 precandidatos en cada estado, 1.162 a nivel nacional) fueron a elecciones primarias abiertas que se realizaron el pasado 28 de junio y de las que participaron 3:162.400 electoras y electores.

Esta cifra de participación y respaldo en unas elecciones internas no obligatorias y que simplemente seleccionaban candidatas y candidatos por circuito de entre los militantes postulados por las bases, sorprendió incluso a la dirigencia del PSUV que no esperaba una cantidad de votos tan abrumadora.

La elección de las bases del PSUV se complementa con los acuerdos logrados por ese partido con el resto de las organizaciones que integran el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) y que han permitido que todos los grupos que acompañan al proceso revolucionario vayan por primera vez unidos monolíticamente a este proceso electoral.

Las candidaturas designadas de esta manera permitieron garantizar una importante renovación de la bancada chavista en la Asamblea Nacional, que además respetará la paridad de género y permitirá una importante participación de jóvenes de los barrios a lo largo y ancho de Venezuela.


Y ahora, ¿qué sigue?

En las próximas ediciones seguiremos analizando la mecánica del proceso electoral; sin embargo, lo que quieren saber quienes leen esta columna es si la población venezolana seguirá respaldando a la Revolución Bolivariana.

A pesar de la guerra económica de la que ya hemos hablado muchas veces, a pesar del “bachaqueo” de productos de primera necesidad, a pesar de los diversos intentos de desestabilización por parte de la derecha fascista y sus aliados imperialistas internacionales, a pesar de la campaña de satanización de la prensa internacional, a pesar de la caída de los precios del petróleo, el pueblo venezolano ha sabido mantenerse con alegría y disciplina al lado del proceso revolucionario.

Las medidas adoptadas en la frontera con Colombia para impedir el desangramiento de nuestro país, los controles para evitar la especulación y el acaparamiento, así como la adquisición de productos básicos fuera de fronteras para paliar los ataques especulativos contra la población que se realizaron para evitar que se reedite en Venezuela el modelo de golpe aplicado al gobierno de Salvador Allende en Chile, han logrado un fuerte respaldo por parte de la población, con niveles que las diversas encuestas señalan desde un 60 hasta un 80% de respaldo.

Lo que también dicen todas las encuestas es que el pueblo venezolano aspira a que el Gobierno sea capaz de controlar la situación económica más que cambiar de grupo en el poder.

La consciencia que el comandante Chávez sembró en el pueblo venezolano seguramente contribuirá a que -aún con la molestia ocasionada a grandes sectores por la especulación, el desabastecimiento y la inflación inducida- el próximo 6 de diciembre se vea respaldado el proyecto de construcción de una sociedad más justa, solidaria y democrática encarnada en el Plan de la Patria que nos legó el Comandante de todas las batallas.
















¿Cómo viene la mano para el 6 de diciembre?

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