Ricardo Blanco: ¡Presente! (*)
A
pesar del silencio de los criminales, la larga lucha del pueblo
uruguayo por Verdad y Justicia, permitió que sus restos fueran
encontrados, destrozando una vez más el argumento falso de que la Verdad
se contrapone con la justicia y de que si aspirábamos a conocer la
verdad de lo ocurrido debíamos renunciar a la justicia.
Fue
precisamente el accionar de la justicia la que permitió iniciar las
excavaciones en el Batallón 14 y la que permitirá llegar a la Verdad,
también en este caso y en el resto de los compañeros que permanecen
desaparecidos hasta el día de hoy.
Fue
también el accionar de la justicia por el cual tanto hemos batallado a
lo largo de décadas la que puso de manifiesto las mentiras burdas del
informe presentado por las Fuerzas Armadas en agosto del 2005 con
respecto al destino de los restos de Ricardo Blanco.
Ricardo Blanco: luchador de la resistencia
En
el día de hoy, le rendimos homenaje a su trayectoria de vida, a su
militancia, a su compromiso inclaudicable con la causa de los
trabajadores, a su militancia sindical, a su militancia política, a su
compromiso con la resistencia a la dictadura cívico militar, enfrentando
al terrorismo de Estado, a su militancia para construir un Uruguay sin
explotados ni explotadores.
Ricardo
Blanco es parte de esa legión de mujeres y de hombres que en las
condiciones represivas más crueles que conociera el cono sur de América,
en el marco del Plan Cóndor, mantuvo en alto las banderas de la
dignidad, de la libertad y de la resistencia, de la militancia oscura y
gris de todos los días, recorriendo los subterráneos de la
clandestinidad, para abonar la luz de la esperanza y de la reconquista
democrática.
Asesinado mientras lo torturaban
A
diferencia de otros luchadores sociales y políticos, no fue ejecutado
fríamente. Murió luego de padecer durante semanas las más crueles
torturas que incluía el repertorio de los servicios represivos de las
Fuerzas Conjuntas para los luchadores sociales y políticos y también
para todos los opositores.
Solo,
incomunicado, encapuchado, desnudo, absolutamente indefenso,
atrincherado en el valor de sus ideales, enfrentó a las patotas de
interrogadores profesionales que se alternaban en los suplicios a los
detenidos en la casona de la calle Millán y posteriormente en el centro
clandestino de detención conocido como La Tablada, lugar en el que
seguramente fue asesinado.
Ricardo
Blanco tuvo la peor y la más digna de las muertes: defendiendo sus
convicciones, sus sueños, sus ideas, su compromiso militante, su
dignidad combatiente.
La tortura es una práctica abyecta
La
tortura es una práctica inmemorial en la historia de la humanidad, pero
no por ello deja de ser una conducta abyecta y despreciable, bestial,
que no admite ninguna justificación ni ninguna excusa para su empleo y
que degrada hasta transformar en bestias a quienes la ejecutan, la
ordenan, la justifican o la toleran aunque se invoquen las causas más
nobles o encomiables ya sea desde el punto de vista político o
religioso, o por motivos de seguridad.
Al
mismo tiempo, estamos acá para reclamar con la misma firmeza de
siempre, con la firmeza de toda tu vida ejemplar, que la justicia y los
poderes del Estado cumplan con sus obligaciones ineludibles.
La justicia tiene que actuar
Desde
el 26 de octubre del año pasado, y en base a lo dispuesto por la Corte
Interamericana de DDHH de cumplimiento obligatorio, no existen más
obstáculos legales para que la justicia uruguaya pueda cumplir con sus
cometidos constitucionales: investigar, esclarecer los hechos y las
circunstancias, identificar a los autores materiales, intelectuales e
institucionales y castigarlos penalmente como corresponde.
Tu
asesinato en el marco de un accionar masivo, sistemático y generalizado
por las Fuerzas Armadas de este país, es un crimen de lesa humanidad
que no puede ni debe quedar impune porque los responsables de tu cruenta
muerte merecen ser castigados, porque la sociedad toda necesita, por su
propia seguridad, que ellos sean castigados y porque el propio Estado
no puede ni debe permitir, por sus propias obligaciones jurídicas,
políticas y éticas que ellos no sean castigados para evitar que vuelvan,
algún día, a ocurrir.
Este
es el desafío del presente, el compromiso que nos unifica y nos convoca
a redoblar esfuerzos, energías y voluntades para construir un mañana de
libertad, de justicia social para todas y todos.
El
esclarecimiento de todas las graves violaciones a los derechos
humanos, la identificación y castigo a todos los responsables de ellas
es la obligación de todos los poderes del Estado y muy especialmente del
Poder Judicial cuando recrudecen las presiones sobre él por parte de
los centros militares y sus secuaces políticos, económicos,
profesionales y mediáticos.
A
la compañera de Ricardo Blanco, a Nancy, a sus hijas, a sus nietos, a
sus compañeros de Aute, a sus vecinos de Mercedes, a sus compañeros del
Partido Comunista Revolucionario, el homenaje firme y militante de
nuestro colectivo organizado.
Ricardo
Blanco: en nombre de todas y de todos, gracias por tu vida, por tu
militancia, por tu compromiso, por tu lucha, por tu ejemplo.
Redoblaremos los esfuerzos hasta encontrar al resto de los Detenidos Desaparecidos.
Hoy más que siempre, Verdad, Justicia, Memoria y Nunca Más terrorismo de Estado.
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(*)
Mensaje leído por el Lic. Uberfil Martínez, Secretario de Crysol, en el
acto de homenaje realizado el viernes 26 de abril de 2012, en la Plaza
Cagancha de Montevideo.
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